Preparación

Poner las castañas en remojo toda la noche en un vaso cubiertas con agua.

Al día siguiente colarlas y ponerlas en la licuadora con la avena y 1 taza de agua.

Licuar bien.

Si ponés toda el agua de la receta en la licuadora, vas a sufrir un desbordado momento.

Pasar a un recipiente/jarra/botella y completar con las 3 tazas restantes de agua.

Dejar reposar 1 hora en la heladera.

Cumplido ya el tiempo, hay que colar como lo hacemos con todas las leches vegetales: con un paño limpio, gasa, o colador de café en mi caso (con el residuo hice triangulitos de manzana y avena, pero todavía no le saqué fotos...).

Y voilà... una leche exquisita ☺.

Si querés que quede dulce, podés agregar un par de dátiles y vainilla al licuado; a mí me gusta natural, por eso no la saborizo.