Preparación

Lava y enjuaga los garbanzos (sin cocinar) en un colador fino y añádelos a una olla grande. Cubrir con unos 5 cm de agua y llevar a ebullición. Hervir por un minuto, tapar, retirar del fuego y dejar reposar una hora. Entonces escurrir y enjuagar ligeramente, entonces los secamos bien.

Mientras tanto, añadimos perejil, cebolla y ajo a un vaso de batidora. Picar y mezclar bien. Dejar a parte.

Una vez los garbanzos están ligeramente fríos y secos, añadir a al vaso con el perejil, junto con la harina, sal, comino, cardamomo, cilantro y cayena (opcional). Pica y mezcla bien todos los ingredientes. Esto llevará unos 4-5 minutos.

Necesitas obtener una pasta con solamente algunos trocitos de garbanzo y hierbas.

Prueba un poco y ajusta las hierbas, sal y especias. Entonces tápalo y déjalo en la nevera durante una hora para que los sabores se integren y la textura sea más firme.

Una vez se enfríe, sácalo de la nevera y coge masa en 1 1/2 cucharada, para hacer pequeños discos redondeados con la mano. Si el falafel no coge forma, necesitarás batir más la mezcla o ponerle un poquito más de harina si está húmedo.

Una vez estén hechas las bolitas (unas 24 bolitas en total), calienta una capa de aceite que cubra una sartén a fuego medio - alto (unos 1-2 minutos). Entonces pon las bolitas cubriendo el fondo y cocina 2-3 minutos por cada lado. Una vez la parte de abajo está dorada, dales la vuelta con cuidado.

Nota: Una vez fritos puedes dejarlos enfriar y congelarlos para que te aguanten hasta un mes. Puedes volverlos a calentar en el horno a unos 190 grados hasta que estén calientes.

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