Preparación

Para la masa:

Mezcla en un recipiente grande el agua templada, el aceite de oliva, el vino y la levadura previamente disuelta con un poco de agua caliente

Añade la harina poco a poco, removiendo y amasando hasta formar con la masa una bola

Tapa el recipiente con un trapo/paño de cocina bien limpio y dejar reposar la masa para que esta fermente y suba durante 1 hora

Pre-calienta el horno a 200ºC

Sobre una superficie previamente enharinada trabaja la masa hasta conseguir una bola que no se pegue

Extiende la masa sobre una bandeja apta para el horno

Para el queso:

Tritura en el vaso de la batidora los anacardos con las nueces y la levadura de cerveza

Cuando esté todo molido/triturado añade el agua y el zumo de limón y vuelve a batir para obtener una mezcla homogénea

Calienta la nata de avena en un cazo al fuego y agrega la mezcla anterior

Deja hervir 1-2 minutos removiendo con frecuencia para que la mezcla reduzca un poco y espese

Si prefieres una textura más ligera, tipo "salsa", añade más nata y deja cocer la mezcla menos tiempo

Para la cubierta:

Ralla los tomates y deja que se sofrían durante 5-6 minutos a fuego medio-fuerte con el ajo picado, una cucharada de aceite de oliva y sal

Sofríe las espinacas, previamente descongeladas y picadas, en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal durante 5-6 minutos aproximadamente

Extiende el sofrito anterior sobre la masa de la pizza

Añade las espinacas, los champiñones, las pasas, las nueces, los tomates secos y las setas

Espolvorea con la pimienta negra y cubre con el queso

Introduce la masa en la parte media del horno y deja que se cocine a 180ºC durante 20-25 minutos

(o hasta que veas que la masa está cocida y el queso dorado)

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