Hasta los 18 ni siquiera había escuchado hablar de vegetarianismo. En ese tiempo (años 76-77) era poco frecuente encontrarte con alguien que fuera vegetariano  y, si escuchabas hablar de alguien que lo fuera, evidentemente era algún raro.

Mi hermano se hizo vegetariano con 14 años y después de fue a vivir con los Hare Krisna. Ahí empecé a escuchar algo de los vegetarianos. Yo estaba radicalmente en contra de las corridas de toros, me parecía una auténtica salvajada y  me producía rechazo ver a unos tipos sádicos abusando de unos pobres animales y torturándolos sin piedad. Por otro lado surgió un conflicto en mi interior: pensaba, "a ti no te gusta que los maten pero tú te los comes".

Viví varios años con ese conflicto pensando que era muy complicado volverse vegetariano y si lo hacía, que iba a comer que me alimentase correctamente sin comer carne, ni pescado, ni huevos. Hasta que un día fui a visitar a mi hermano en la granja que tienen los Hare Krisna en Brihuega (Guadalajara). Ahí me convencí que uno podía ser vegetariano sin pasar hambre y sin el temor de quedarse desnutrido como proclamaban falsamente algunos médicos con escaso conocimiento del tema. Al volver de la granja decidí hacerme vegetariano, hace de eso ahora 20 años.

Nunca he tenido ningún problema de salud debido a esta alimentación sino más bien al contrario algunos problemas que tenía de antes se han suavizado y mejorado. Y, lo mejor de todo, me da una gran tranquilidad y paz interna el saber que  no colaboro con la matanza innecesaria de nuestros hermanos los animales.

Gundiça