Hace 5 años atrás compré un perro. Sí, fue necesario ese acto (¡que hoy repruebo rotundamente!) para dejar el consumo de carne y productos derivados de animales.

El caso es que a sus tres años de edad, mi pareja y yo decidimos mudarnos a Barcelona, desde nuestro Montevideo natal. El cambio de continente nos hizo planear también la mudanza de nuestro compañero perruno. Una vez los tres instalados en el nuevo hogar empezamos a darle vueltas a la idea ilógica de mover el mundo para que “nuestro” animal pudiese cambiar de continente con nosotros y a la vez despreciar la vida de los animales que nos comíamos.

Por lo que la lógica nos llevó a decir ¡Basta de carne!.. y así fue! Claro, sabíamos que por ahí había unos vídeos que hablaban de cómo se producía la carne, huevos, etc, etc. Y nos sentamos una noche a ver el discurso de Gary Yourofsky:

Ahí dimos el paso al veganismo, un estilo de vida acorde a nuestros valores y que hoy defiendo cómo el único modo de coherente de vivir en esta tierra.

Leandro.