La organización internacional por la defensa de los derechos animales, AnimaNaturalis hace un llamado a los padres y representantes a abstenerse de comprar pirotecnia para detonar durante las fiestas decembrinas y destinar ese dinero en obras benéficas.
El director para Venezuela de la mencionada organización, Roger Pacheco Eslava informó mediante una nota de prensa que ya es tiempo de que los ciudadanos repongan el daño que se hace año a año a la fauna, al ambiente y a la infancia con los fuegos artificiales.
Es bien sabido que los animales poseen una capacidad auditiva muy superior a la humana. Ellos pueden percibir sonidos a grandes distancias y otros imperceptibles al oído humano. Cada detonación es un estruendo similar al que escucharíamos en una explosión nuclear.
Los afectados más evidentes son animales domésticos que viven en nuestros hogares y los que vemos deambulando en las calles. Éstos están expuestos a sufrir de fuertes palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, insuficiencia respiratoria, náuseas, aturdimiento, descontrol de la persepción de tiempo y espacio, sensación de agonía. Lo que los lleva muchas veces a intentos de escape. No es casual que las fechas de diciembre y enero aumentan la estadística de animales perdidos en las ciudades.
Pero más afectada aún se encuentra la fauna silvestre. Las mayoría de las aves se desorientan ya que no acostumbran a volar de noche, se producen reacciones de fuga, y ante la falta de visibilidad, causan la muerte de muchas de ellas, especialmente por situaciones traumáticas, derivadas del choque al vuelo con estructuras urbanas. Además, abandonan sus nidos, quedando los pichones desprotegidos lo cual lleva a una muerte lenta. Los mamíferos corren una suerte similar, y muchos de ellos terminan siendo arrollados en las carreteras.
Por otro lado está el daño ambiental. Muchos incendios son provocados por accidentes o mala fabricación de los artículos, además de su constante uso irresponsable en la manipulación por personas inconscientes. Y a todo ésto, le agregamos las víctimas humanas que sufren de quemaduras, mutilaciones y hasta la muerte por el uso de fuegos artificiales.
Ante todo esto, AnimaNaturalis propone una acción sencilla. El dinero que los padres y representantes hayan predestinado para la compra de artefactos pirotécnicos sea dirigido a fundaciones de protección de fauna silvestre, refugios de animales o instituciones no gubernamentales de ayuda a la infancia. También se puede utilizar en la compra de juguetes para niños de poblaciones de bajos recursos o en alimentos y medicamentos para animales en condición de calle.
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